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Sejawat Merawat: una reflexión sobre el cuidado

by: Bakudapan Food Study Group

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Traducción de Lola Malavasi

Budakapan1 fue invitado a unirse al proyecto de Justicia Climática y Alimentaria de Arts Collaboratory que se enfoca en construir una red entre comunidades, profesionales y otres con relación a este tema. Badukapan tenía interés de invitar a algunes amigues (Karyn, Putri y Rani) a formar parte de este proceso. La primera conexión que tuvimos como grupo fue a través de la urgencia de reflexionar acerca de nuestras propias prácticas y trabajo relacionado con el activismo en temas de alimentación y ecología. A partir de esta preocupación, junto a Karyn, Putri y Rani eventualmente acordamos formar un grupo de estudio llamado Sejawat Merawat. Los términos vienen del indonesio; Sejawat significa colega y Merawat, cuidar. Sejawat puede referirse también a amigues con quienes se comparte una visión común y se busca una forma de alcanzarla. Por otro lado, merawat condensa cómo vemos el cuidado y su trabajo y derivados, aspectos esenciales en este grupo. Merawat nos conecta.

Sejawat Merawat se reúne regularmente los martes para conversar, ver películas, leer y que cada cual hable de su vida. Juntes intentamos abrir un espacio para procesar, compartir y aprender a hablar sobre cómo podemos expandir con alegría la práctica de la solidaridad en el movimiento por la alimentación y la ecología, y aplicarla en nuestra vida diaria.

Nuestro periodo de introducción fue bastante corto y las reuniones presenciales eran limitadas, ya que algunes vivimos en ciudades diferentes. Como resultado de esto, los medios de comunicación que nos conectaban durante la pandemia eran los mensajes de texto y el Zoom, donde nos encontrábamos cara a cara de manera rutinaria los martes. En estas reuniones veíamos películas, leíamos y hacíamos chequeos para ver cómo estábamos, hasta que un día inició una conversación que fue bastante profunda y reflexiva para nosotres.

Nugu: ¿No se les hace difícil chequear cómo se encuentran estas personas “extrañas”? Como no todes son amigues desde el principio, digo, puede llevar a temas personales. ¿Alguna vez se han sentido agobiados por eso? ¿Hacen alguna diferencia estas sesiones de chequeo en sus dinámicas?

La pregunta de Nugu nos impulsó a indagar profundamente en todo lo que habíamos hecho, tanto sobre el trabajo con el colectivo como en nuestros sentimientos durante el proceso. Ansiábamos responder estas preguntas.

Arak Inkin: No sé les demás, pero yo de inmediato sentí comodidad para compartir mi vida con estas personas. Recuerdo una sesión de chequeo en la que tuve que cantar una parte de la canción que más había escuchado hasta ese momento. Lo hice sin dudar y sin pena jajaja, quizás porque sentí desde un principio que este era un espacio seguro, al menos para mí.

Ginger: A mí me dan nervios las sesiones de chequeo en las que se tocan temas personales. Me da miedo compartir de más y siempre termino sintiendo culpa y algo se me dispara a lo interno cuando comparto cosas íntimas. Pero después de un largo rato de acercamiento al grupo me di cuenta de que no estaba solo aprendiendo a conocerles mejor, sino también a conocerme. Las sesiones de chequeo me motivaban a ser mejor y entender cómo los asuntos personales afectan las dinámicas colectivas.

Lestari: Estoy de acuerdo con lo que les demás dijeron. Pero me gustaría agregar que la mayoría de las veces olvido que lo que hemos estado haciendo estos últimos meses es trabajo. Nunca se me ocurrió que me pagarían por… um, conocer gente nueva. Y debo admitir que socializar no es mi fuerte. Aunque al principio tenía un poco de duda, ser parte de esta pequeña comunidad ha sido sorprendentemente una de las mejores cosas que jamás me hayan pasado. Las sesiones de chequeo

 en particular nos han ayudado a conocernos mejor.

La conversación fue bastante sorprendente, no imaginábamos que la relación que habíamos construido estuviera en este nivel en el que chequear cómo estaban las otras personas nos había llevado a todes a la misma profundidad emocional. En ese sentido, aspiramos a facilitar un espacio para procesar, compartir y continuar aprendiendo a partir de discutir sobre cómo podemos expandir con alegría la práctica de la solidaridad en el movimiento por la alimentación y la ecología y aplicarla en nuestra vida diaria. También compartimos opiniones sobre esto:

Nom: Me gusta mucho que planteamos la solidaridad cómo un acto que hay que practicar, que estamos constantemente practicando la solidaridad. Siempre me pregunto, ¿qué es la solidaridad? ¿Es un acto de simpatía? ¿Es lealtad? ¿Es unión? ¿Con quién nos solidarizamos? ¿Solo con los seres humanos? ¿Qué pasa con los árboles, ríos, pájaros, perros y los seres no-humanos que nos rodean? Tantas preguntas, pero no quiero que las respuestas surjan apresuradamente. Esta pregunta y nuestro proceso son un proceso de reflexión. A veces también me pregunto si la solidaridad solo surge cuando tenemos que luchar en contra de algo. ¿Surge solo cuando hay opresión y sufrimiento?

Ginger: Yo considero que la empatía puede ser la clave para sostener nuestra práctica de la solidaridad. La empatía no necesariamente viene de las normas que nos fuerzan a actuar, sino de sentir que hay algo más profundo o algo con lo que nos relacionamos para poder sentirnos conectades y en el mismo campo de batalla, porque una sola persona no puede sostener sola los actos solidarios, se tiene que hacer en conjunto. Así mismo, ¿también el sentimiento de solidaridad?  

Lestari: Para mi la solidaridad se trata de relaciones. Es importante preguntarnos qué tipo de relaciones queremos construir y tener con el otre (con la humanidad y más allá) y cómo queremos hacerlo. 

Arak Injin: Cuando estaba en mis primeros años de universidad siempre asociaba la palabra “solidaridad” con algo fuerte, resistente y dispuesto a luchar. Hablaba de la solidaridad con mucha precaución, con miedo de que pudiera malinterpretar la palabra y las acciones que conlleva. La solidaridad puede verse reflejada aún en las cosas más pequeñas; es cuidar de aquello que nos importa, es saber la verdad, se trata de amor. La solidaridad es hacer todo esto junto a las personas que comparten nuestra misma energía. Yo sé que puede sonar tonto, pero cuando observamos y escuchamos atentamente a lo que nos rodea, cuando utilizamos nuestros sentidos de la mejor manera posible, sabremos con qué o quienes es que podemos compartir esta solidaridad. Es un ejercicio de toda la vida, supongo. Y es divertido ir lentamente aprendiendo junto a las personas de Sejawat Merawat que para cualquier movimiento la solidaridad es esencialmente un acto de ternura.

Nugu: Creo que la solidaridad es un proceso, progreso y un fluir continuo. Nos lleva a movernos, reflexionar y también a hacer un alto, lo que permite que existan diferentes significados para cada cual en diferentes momentos. ¿Sueno muy optimista en este momento?

Al escuchar las opiniones de les demás, nos interesamos cada vez más en discernir las posibilidades de lo que podemos hacer para el futuro. Empezamos a acotar los temas de cómo podíamos hacer el ejercicio de generar un proceso atento y cómodo en las dinámicas colectivas. El día se puso más cálido, al igual que nuestra conversación.

Ginger: Para mí, lo que hemos estado haciendo juntes durante tanto tiempo lentamente me ha hecho ver que cada individuo tiene muchas necesidades que deben atenderse a través de esta red, no solo en relación con nuestro trabajo y los temas de interés: sociales, ecológicos, de alimentación, etc., sino también nuestras necesidades personales. Entonces, la apertura puede ser importante para este proceso, pero ¿qué tipo de apertura necesitamos? ¿Hasta dónde llega el límite? Personalmente, esto es crucial para poder sentirme en sintonía con la construcción/cuidado de las relaciones entre personas y todas las formas de trabajo junto a ellas. Pero creo que construir una red basada en el cuidado/la compasión es muy difícil porque cada individuo tiene su propio valor de qué tipo de relación necesita o incluso se adapta mejor a elles. No todes pueden disfrutar de una dinámica en la que surgen muchos sentimientos emotivos. Mi pregunta: “¿Cómo podemos gestionar juntes nuestras diferentes necesidades personales y colectivas?” ¿Será este un punto de entrada para explorar qué podemos hacer para poner en práctica cómo generar un proceso cuidadoso y cómodo?

Arak Injin: He de decir que nunca en mi vida había sido parte de un grupo que tuviera la capacidad y disposición de entender las necesidades personales de cada une de sus integrantes, de manera que nos ayude a continuar con nuestro trabajo. Usualmente, se hace diferente: para poder avanzar, hay que poner el trabajo primero y descuidar las necesidades personales y el espacio personal. En realidad, me sorprendió bastante y no podía creer lo cómodo que es estar en este grupo, tal vez porque la mayoría de los grupos en los que participo en realidad se enfocan en la meta y misión compartidas. Creo que Sejawat Merawat tiene su misión, pero supongo que el proceso hacia esa misión también es nuestra misión. Tener apertura y ser vulnerable no es algo fácil de hacer, especialmente cuando estamos haciendo todo esto de manera virtual. Por lo tanto, estamos saliendo de nuestras zonas de confort al estar en nuestras zonas de confort, para crear un entorno que siempre hemos deseado, pero que es muy difícil de conseguir. A pesar de la falta de familiaridad, que hace que sintamos que todavía hay muchos vacíos en este proceso, creo que lo estamos haciendo de manera asombrosa.

Nugu: Para quienes trabajan en activismo, especialmente relacionado con los temas que nos interesan (ecología y justicia climática) es difícil encontrar un espacio cómodo y atento que permita a las personas estar presentes. Pero no es imposible crear ese tipo de lugar, que creo es un punto importante de mencionar.

Nuestras mentes divagaron, pensando en lo que para cada cual requiere esa práctica del cuidado: mucho esfuerzo, energía, pensamiento, tiempo y, lo más importante, emociones. A este punto sentimos que el trabajo del cuidado se había convertido en un aspecto fundamental para reconocer las demandas físicas y mentales del espacio doméstico. Sin embargo, cada cual tenía su propia manera de entender la labor de cuidar.

Ginger: La labor de cuidado no siempre se trata de “cultivar las plantas”; la fase de “rewilding” (dejar que la naturaleza recupere su estado salvaje), también es importante para que podamos tener tiempo de parar/descansar/contemplar y evaluar nuestro trabajo. Esta fase de regeneración también puede significar que no tenemos que sentirnos agobiados/abrumados con nuestro trabajo de cuidado, porque ¿qué tal si algo puede crecer saludable/frondoso/sorprendentemente sin tener que cuidarlo? Entonces, nuestro trabajo en la red no es solo cultivar y sembrar todas esas hermosas flores, sino también ver cómo la maleza que dejamos crecer se vuelve parte de nosotres. ¿Cómo se verá esa maleza si crece junto a las plantas que cuidamos?

Nuestro trabajo en la red no es solo cultivar y sembrar todas esas hermosas flores sino también ver cómo la maleza que dejamos crecer se vuelve parte de nosotres. ¿Cómo se verá esa maleza si crece junto a las plantas que cuidamos?

Lestari: La labor de cuidado toma muchas formas diferentes dependiendo de lo que un individuo y una comunidad necesiten en diferentes circunstancias. Siento que solo se puede hacer cuando une siente la seguridad suficiente como para ser une misme entre las personas de la comunidad a la que pertenece. Me encanta que en Sejawat Merawat hayamos hecho un esfuerzo colectivo para garantizar que se permita tener curiosidad y ser vulnerables. Ninguna imposición ni juicio puede entrar en nuestro espacio. Aunque ocurren desacuerdos y errores, eso no impide que nos respetemos mutuamente. Además, estas situaciones nos han hecho crecer y prosperar más. El cuidado colectivo también nos recuerda que somos responsables unes de otres. Por lo tanto, rendir cuentas también es importante. No es el perfeccionismo lo que buscamos. Todo lo que queremos es la liberación tanto individual como colectiva de estos sistemas coercitivos que nos prohíben ser quienes somos y en quienes nos estamos convirtiendo.

Arak Injin: Supongo que tendemos a dejar de lado la labor de cuidado simplemente porque no parece tan importante. Por lo general, la vemos solo como un aspecto adyacente a la vida. Sin embargo, también necesitamos del cuidado desesperadamente, anhelamos que otres nos atiendan, se siente bien recibir ese cuidado. Pero ¿cómo se siente cuidar o hacer la labor de cuidar? ¿Es agotador? ¿Será aburrido? Esas son las preguntas que ponemos en práctica al mismo tiempo que hacemos el propio trabajo de cuidado. Cuando te preocupas por algo o alguien, lo dejas ser. Le das advertencias y precauciones, pero reconoces su existencia y necesidades. Eso es lo que hemos estado haciendo juntes durante estos últimos meses. Me hace creer que hasta las cosas más pequeñas importan.

Nugu: En muchos casos e historias que he escuchado sobre trabajar desde el activismo, puede ser difícil y regido por un patriarca y un sistema de trabajo masculino en el cual la labor de cuido siempre ha sido descuidada o no es la prioridad. Según lo que otros han mencionado, el trabajo de cuidado puede tomar varias formas: cuidando el espacio, chequeando cómo se encuentra une amigue, dando lugar al fracaso, reflexionando y mucho más. Dentro de estas diversas aplicaciones, creo que necesita práctica constante y momentos de reflexión en el medio.

Nos quedamos en silencio por un momento, este silencio era una señal de que esta conversación no necesitaba respuestas inmediatas, que podría llevar más tiempo comprenderla en su totalidad. Además, este silencio también podría ser parte del proceso de aprendizaje, ya que no hay atajos para crear un espacio ideal. Solo necesitamos seguir practicando, afilándonos, empatía, conocimiento y estar más conscientes de las cosas más pequeñas. Decidimos terminar nuestra conversación con esta pregunta: ¿nuestro método es adecuado para ser financiado por Arts Collaboratory?   

Arak Injing: No sé, en mi mente de vieja escuela es necesario poder confiar en un programa para poder apoyarlo de cualquier manera. Sejawat Merawat no es un programa/proyecto/grupo/red que tiene un plan muy rígido desde que inició porque estamos trabajando juntes en eso a lo largo del camino. ¿Cómo se le puede tener esa confianza?

Ginger: Estoy de acuerdo con Arak Injin. Sin embargo, creo que estas dinámicas pueden llevar a que pasemos por el cuerpo el trabajo que hacemos. Si queremos construir una red como la que pretende Arts Collaboratory, creo que ya estamos en ese camino. Construir redes basadas en la solidaridad no es fácil y cada comunidad/grupo tiene sus propios desafíos y contextos, por lo que la aplicación de sus métodos será diferente. Entonces, ¿quién puede decidir cuál es el método correcto, sino cada persona que pertenece al grupo?

Nugu: Tampoco sé muy bien si puedo dar una respuesta o no. Las dudas son inevitables al comienzo de la discusión. Sin embargo, en mi opinión, genuinamente hay una confianza mutua. Dado que la confianza nos ayuda a validarnos entre nosotres, también hay espacio para la experimentación y el fracaso. De ahí nos impulsa a tener esperanza en el proceso en vez de juzgar solo el resultado. Hablando de financiamiento, estamos agradecidos y hemos aprendido mucho de Arts Collaboratory, nos permitió tener la libertad de administrar los fondos con todo tipo de metodologías y programas. Como dije acerca de valorar el proceso en nuestro trabajo, se inspira principalmente en los colectivos de la red de Alimentación y Justicia Climática.

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