Imágenes cortesía de Alsakuy Agroecológica
Alsakuy Agroecológica se constituyó como un colectivo de juventudes por la agroecología y la soberanía alimentaria en 2020. Su fundación coincide con el Día de la campesina y el campesino del Perú, el 24 de Junio. El colectivo se ha consolidado como un espacio abierto de formación en agroecología y problemáticas socioecológicas a nivel territorial en el Perú como en distintos territorios de América Latina y el Caribe, e incluso más allá del continente. Lo han llevado a cabo a través de programas de formación como la Escuela de Agroecologías desde el Sur, la Escuela por un nuevo pacto ecosocial, Nuevos paradigmas para una transformación desde las agroecologías y, recientemente, con el curso Agroecologia(s) política(s) y soberanía alimentaria; programas de convocatoria abierta y gratuita.1 Durante la pandemia, estos se desarrollaron en línea; actualmente han extendido las escuelas a plataformas híbridas para fortalecer las interacciones territoriales en el Perú en un momento de urgente agitación política. En estos procesos de formación en diálogo, el colectivo pondera los intercambios sur-sur para el reconocimiento y estudio crítico de diversos sistemas agroalimentarios, el extractivismo, la justicia hídrica, la soberanía alimentaria y energética desde perspectivas antirracistas y antipatriarcales.
Tras la destitución y encarcelamiento de Pedro Castillo en diciembre de 2022, el Perú se encuentra bajo una dictadura cívico militar encabezada por el Congreso y la presidenta de facto, Dina Boluarte, aislada políticamente en medio de protestas que no cesan. A la fecha se cuentan más de 70 personas asesinadas a manos de policías y fuerzas armadas, cientos de heridos, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas. La movilización popular exige la renuncia de Boluarte, la liberación de Pedro Castillo, la organización de elecciones este 2023, el cierre de un Congreso que se ha caracterizado por posiciones misóginas, racistas y clasistas, así como la realización urgente de una asamblea popular constituyente.
Alsakuy Agroecológica, para quienes no hay agroecología sin justicia social, se ha pronunciado por la transformación de las realidades peruanas hacia la dignidad, la justicia y la soberanía de los pueblos que conforman el Perú al enarbolar la militancia agroecológica como una dimensión sociopolítica que exige el posicionamiento histórico y político solidario con los pueblos en lucha.
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Alsakuy tiene el propósito de acompañar procesos de construcción de narrativas colectivas para el fortalecimiento de organizaciones juveniles y juventudes organizadas, y con esto incrementar su participación en espacios de diálogo y de incidencia política. En experiencias anteriores de les integrantes hemos conseguido constituir instancias de formación de cuadros políticos en torno a la agroecología política,2 la soberanía alimentaria y problemáticas socioecológicas. Esto lo hacemos acompañado con talleres de narrativas para la incidencia y procesos de diálogo intergeneracionales.
Tras la articulación con distintas organizaciones juveniles, hemos visto la necesidad de generar espacios para el fortalecimiento de las capacidades organizacionales. Por ello trabajamos en la planificación y construcción de un programa de formación en sistematización de experiencias para organizaciones juveniles cuya finalidad es potencializar el registro y capacidad de réplica de las diversas experiencias conseguidas territorialmente por las organizaciones de juventudes, además de servir al fortalecimiento de la comunidad de activistas y la ampliación de la sensibilización de la sociedad en su conjunto.
Desde nuestros compromisos como juventudes organizadas y comprometidas con la realidad nacional, hemos podido impulsar y acompañar movilizaciones, plantones y piquetes informativos para sensibilizar a la sociedad sobre las distintas problemáticas socioecológicas, políticas y de desigualdades que existen y persisten en Perú. Asimismo hemos participado en distintas jornadas entre las que destacan el debate presidencial sobre la emergencia ecológica y climática, en donde participaron cinco candidatos y una candidata a la Presidencia peruana en 2021; la creación y presentación del Pacto Ecosocial Peruano; la participación como integrantes juveniles de la Plataforma Perú Libre de Transgénicos y la plataforma #RepsolHazteCargo; somos también co-organizadores de la Huelga Global por el Clima para Perú y la campaña #JuventudesPorLaAmazonía dentro de la Campaña Nacional Alza la voz por la Amazonía.
Agroecología política y campesina desde una perspectiva decolonial,
intergeneracional e interseccional
Somos un espacio no formalizado desde escenarios legales, autogestionamos nuestras actividades y, a raíz de los alcances conseguidos, contamos con el apoyo de algunas organizaciones como el Consorcio Agroecológico Peruano y recientemente con el apoyo de Oxfam en Perú. Si bien tenemos presencia virtual a nivel latinoamericano, actualmente nos encontramos en algunos territorios concretos en Perú, intentando hacer un trabajo de territorialización que, al igual que en el marco virtual, nos permita conectar desde el activismo, las artes y la academia. Partimos de la idea de compartir expresiones, diálogos y aprendizajes desde la educación popular, donde mantenemos abierta la posibilidad de intercambio entre personas de distintas edades: desde las infancias a personas adultas mayores con distintos saberes y experiencias que apuestan por una transformación agroecológica desde sus espacios y para la creación de espacios comunes. Nos posicionamos desde la agroecología política con el propósito de articular la importancia de la politización (no partidaria) de nuestros sistemas agroalimentarios frente a los modelos del agronegocio y los extractivismos de cuerpos y territorios; y también desde una agroecología campesina, para conectar con aquellas y aquellos que producen y trabajan la tierra desde sus tradiciones, saberes o conocimientos y que ponen en práctica constante la agroecología sin que esta sea necesariamente llamada agroecología.
La educación y las preguntas
Las preguntas que guían y dan cohesión a la discusión sobre justicia climática, social y epistémica en los sures son: si es que la agroecología está guiada entre la institucionalidad-academia y los movimientos del sur, ¿cuál es la línea que lo divide? y ¿cuál es el punto de convergencia?¿Cuáles son los sentidos de ser, existir, resistir, habitar y reflexionar nuestras vidas y territorios en un contexto de múltiples crisis (climática, alimentaria, política, etc.)?
Consideramos que la educación popular es un instrumento revolucionario que nos permite democratizar el acceso a la diversidad de conocimientos. Ello parte de una apuesta política clara, en las pedagogías y andragogías, a ser transformadora y no servil a los intereses del mismo modelo capitalista. Dentro tenemos la posibilidad de dialogar y discutir las injusticias locales y regionales que atravesamos particular y transversalmente, para aprender de las experiencias exitosas de quienes comparten, así como plantear nuevos procesos.
Los saberes locales y las redes translocales de intercambio contribuyen a construir una soberanía alimentaria más fuerte
Durante el proceso de transformación del modelo alimentario se motiva a no abandonar prácticas y costumbres colectivas que existen en los territorios ya que todo ello ha tenido una importancia histórica en la convivencia de las comunidades para resistir frente a la globalización, homogeneización del sistema alimentario convencional. Entonces, todos estos saberes son espacios y momentos de disputa constante. Dentro de nuestras acciones actuales hemos podido integrar la búsqueda de experiencias estéticas, donde se conectan las problemáticas del sector agroalimentario con diversas expresiones de compartir sensibilidades, como poemas, bordados, dibujos, canciones, fotografías y, recientemente, la realización de murales. Esta conexión con lo sensible ha logrado generar mayores cercanías con nuestras participantes, estudiantes y comunidades con las que trabajamos.
Para sostener la defensa territorial y tratar de asegurar la soberanía alimentaria frente a la crisis climática, a nivel regional consideramos de suma importancia que desde la ciudad se pueda tener comprensión de lo que sucede en el campo, porque hay un desvinculamiento con las problemáticas. La ciudad no tiene que validar lo que pasa en el campo, pero sí acompañar y respaldar las luchas que se viven ahí. Hacer suyas las problemáticas ambientales y participar de las propuestas de solución como es la transformación del modelo alimentario, la transición agroecológica y la apuesta por una economía social solidaria y popular.
